Pescaporta Distribucions

El reto en Pescaporta era modificar el hábito de venta de una clientela que estaba acostumbrada a comprar y hacer los pedidos directamente en la nave donde se almacena el producto. Así pues, construimos de cero una segunda nave anexa a la actual para maquillar y embellecer la experiencia de compra-venta. Además, en esta segunda nave, conectadas con la nueva tienda también diseñamos y construimos las nuevas oficinas.

¿Cómo lo hicimos? Quisimos trabajar con un material totalmente distinto a los que se pueden encontrar habitualmente en una pescadería. La madera natural. Al ser un punto de distribución, el pescado se vende en cajas que se sacan con carros desde la nave de almacenaje. Por tanto, al no tener que manipular el pescado, esto nos permitió una mayor libertad en el diseño. Para destacar esta madera natural laminada, se retroiluminó toda la pared revestida y así conseguimos un efecto de calidez necesario para el tipo de producto gourmet que se vende en la tienda. Dispusimos toda una pared de estanterías y una vitrina de autoservicio para favorecer la venta de impulso destacando el producto con la correcta iluminación.

La dificultad del proyecto reside en las curvas que sirven para conectar las dos principales zonas, la tienda y las oficinas. Paredes curvas de madera que incorporan cristales para poder tener visión de todo el local.

Dividimos la zona de las oficinas en una sala de reuniones, una sala operativa y dos despachos independientes separados mediante cristaleras y puertas correderas. El gran plus de estas oficinas respecto a las que había antes es la luz natural y las vistas a las montañas que conseguimos gracias a los grandes ventanales. El mobiliario también fue escogido de alta calidad para aumentar el confort del personal, así como la iluminación mediante LED suspendida.

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